Ruego Tu perdón, oh mi Dios, y Te imploro indulgencia de la manera que Tú deseas que Tus siervos se dirijan a Ti. Te suplico que limpies nuestros pecados como corresponde a Tu Señorío, y me perdones a mí, a mis padres y a quienes a Tu juicio han entrado en la morada de Tu amor, de una manera que sea digna de Tu trascendente soberanía y acorde con la gloria de Tu poder celestial.
¡Oh mi Dios! Tú has inspirado mi alma para que eleve su súplica a Ti, y, si no fuera por Ti, yo no Te invocaría. Loado y glorificado eres Tú. Te rindo alabanza, por cuanto Tú Te has revelado a mí, y Te ruego que me perdones, pues he faltado a mi deber de conocerte y no he seguido el camino de Tu amor.